CENA DE EMAÚS
Autor.- Rembrandt van Rijn, quien será reconocido en la historia del Arte como Rembrandt.
Fecha de ejecución.- Rembradt realiza esta obra en el año 1648
Técnica.- Óleo sobre tabla.
Medida.- 68 x 65 cm.
Ciclo del Evangelio.- Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Momento.- Aparición de Jesús a los Discípulos de Emaús. La tarde del Domingo de Resurrección, dos discípulos abandonan, apesadumbrados, Jerusalén, en el camino, sin que puedan reconocerlo, se les aparece Jesús, que entabla un dialogo con ellos, en le que les va explicando el Antiguo Testamento y sus promesas. Al llegar a un aldea, ya de anochecida, Jesús hace como si fuera a seguir el camino, los dos discípulos le invitan a cenar con ellos, momento, en el que al partir el pan, reconocen al Maestro de Galilea.
Evangelio.- Lucas 24, 13 - 31
Lugar donde se encuentra.- Museo del Louvre.
Localidad.- París.
País.- Francia.
TEXTO DEL EVANGELIO
Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo:
«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
«¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?».
Él les dijo:
«¿Qué?».
Ellos le contestaron:
«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos.
Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Lucas 24, 13 - 31