SALOMÉ
Autor.- Tiziano Vecellio di Gregorio, quien será reconocido en el mundo del Arte como Tiziano.
Fecha de ejecución.- Tiziano trabaja en esta obra entre el año 1515 y el año 1516.
Técnica.- Óleo sobre lienzo.
Medida.- 90 x 72 cm.
Ciclo del Evangelio.- Vida pública de Nuestro Señor Jesucristo.
Momento del Evangelio.- San Juan, junto al Jordán ha criticado la vida de Herodes, por lo que ha sido condenado, Herodías, su amante, quiere acabar con la vida del profeta, pero el monarca temeroso de Dios, se niega a matar a Juan. En palacio se celebra el cumpleaños del monarca y Salomé, hija de Herodía, danza ante el rey y sus invitados. Herodes se compromete ante todos los invitados, a dar a Salomé lo que esta le pida. Salomé, guiada por su madre, pide la cabeza de Juan el Bautista, el monarca, se la concede, y en la prisión es decapitado el Precursor del Mesías, entregando a Salomé la cabeza del precursor en una bandeja como había solicitado.
Texto del Evangelio.- Mateo 14, 3 - 12; Marcos 6, 17 - 29.
Lugar donde se encuentra.- Galleria Doria - Pamphjili
Localidad.- Roma.
País.- Italia.
TEXTO DEL EVANGELIO
Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener a la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
«Pídeme lo que quieras, que te lo daré».
Y le juró:
«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».
Ella salió a preguntarle a su madre:
«¿Qué le pido?».
La madre le contestó:
«La cabeza de Juan el Bautista».
Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se puso muy triste; pero por el juramento y los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.
Marcos 6, 17 - 29.
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